Hay que controlar los niveles de glucosa en sangre si hay antecedentes de diabetes, sufres sobrepeso o colesterol y si eres mayor de 45 años.
El diagnóstico de diabetes supone introducir una serie de cambios en nuestros hábitos de vida. Vigilar lo que se come, hacer más ejercicio físico, controlar los niveles de glucosa en sangre, prestar más atención a la higiene y la salud… Todo ello ayuda a prevenir complicaciones graves y poder mantener una calidad de vida alta.
Medir los niveles de glucosa en sangre es fundamental para saber como actuar. Es la principal manera de controlar la enfermedad y de acertar con el tratamiento. Por ello hay que tener en cuenta varios aspectos:
- Los niveles de glucosa en sangre oscilan a lo largo del día debido a la digestión de los alimentos. Por la mañana, en ayunas son más bajos. Después de cada comida se elevan y vuelven a descender dos horas después. Lo recomendable es medirse la glucosa al levantarse y antes del desayuno.
- Si no te han diagnosticado diabetes, un análisis de sangre es la manera más rápida de detectarla.
- Unos niveles normales son los que se sitúan entre os 70 y 100 mg/dl en ayunas y en 140 mg/dl dos horas después de cada comida.
¿Cuándo debo acudir al médico? Si todavía no te han diagnosticado la diabetes hay que acudir al médico si tienes visión borrosa, sed excesiva, fatiga, orina frecuente, hambre y pérdida de peso. Además es importante hacerse un control de los niveles de glucosa en sangre si hay antecedentes familiares de diabetes. A ello se suman otros factores de riesgo como el sobrepeso, la edad, altos niveles de colesterol o mujeres que tuvieron diabetes gestacional.
Si eres diabético, controlar los niveles de glucosa en sangre ayuda a prevenir complicaciones de salud.
Y si eres diabético hay que llevar un control en casa con un glucómetro. La verificación regular es fundamental para hacer un seguimiento de la enfermedad y planificar comidas, actividades y la medicación. Además, permite responder rápidamente si aparece un nivel alto de glucemia (hiperglucemia) o bajo (hipoglucemia). Es en esos momentos cuando debes acudir al médico, para poder hacer los ajustes necesarios en dieta, ejercicios e insulina.
¿Cuáles son esos valores? Si es una hipoglucemia los niveles de glucosa en sangre estarán por debajo de 70 mg/dl. Esto puede ser debido a que el azúcar del cuerpo se agota con demasiada rapidez, la producción de glucosa es muy baja y lenta, porque se libera mucha insulina, por la medicación o por el ejercicio. Si después de intentar subir el nivel no se consigue hay que acudir al médico. Un nivel bajo de azúcar en sangre puede provocar que se quede inconsciente, crisis epilépticas y daño cerebral.
En el caso de hiperglucemia los niveles estarán por encima de los 130 mg/dl en ayuno y de 180 mg/dl después de las comidas. Puede aparecer por diversas causas: olvidar la inyección de insulina o haberla administrado incorrectamente, ingerir alimentos con alto contenido en hidratos de carbono, una infección o consumo de otros medicamentos. Es importante controlar los niveles de glucosa en sangre durante un tiempo. Así sabremos si se debe a algo puntual o si hay que acudir al médico. Un nivel elevado puede ocasionar complicaciones a corto y a largo plazo.
Controlar los niveles de glucosa en sangre, tomar la medicación, practicar alguno ejercicio y mantener una dieta equilibrada son los cuatro ejes sobre los que conseguirás que esos niveles sean estables. Algo necesario para el buen funcionamiento del organismo y para el equilibrio de tu salud.
