El gel de ducha sin jabón respeta la capa hidrolipídica de la piel y la mantiene hidratada.
Las pieles atópicas, sensibles o muy secas pueden beneficiarse del uso de geles de ducha sin jabón.
En nuestra sociedad se ha extendido la costumbre de la ducha diaria para mantener una higiene correcta. Pero cada vez más, los expertos están alertando de los problemas que esa costumbre puede causar a nuestra piel. Los geles con jabón eliminan los lípidos y el manto ácido de la piel por la acción corrosiva de sus componentes. Por eso, utilizar geles de ducha sin jabón puede ser la alternativa correcta.
¿Y qué significa una ducha sin jabón? No significa ducharse solo con agua, sino utilizar los geles sin jabón, que respetan la capa hidrolipídica que recubre la piel. Esa capa es una mezcla de grasa y sudor que actúa como un protector natural de la piel. Sin esa protección aparecen los problemas de sensibilidad, como la dermatitis atópica.
La sequedad cutánea, los eccemas, el picor y el enrojecimiento de la piel son alguno de los síntomas de la piel atópica. En adultos está presente en un 5% de la población, mientras que en niños ese porcentaje sube hasta un 15-20%. En nuestra higiene lo mejor es utilizar un gel de ducha sin jabón, ya que no contiene detergentes ni jabones alcalinos. Además, aportan el máximo grado de hidratación y contienen emolientes y regeneradores de la capa hidrolipídica.
Estos geles de ducha sin jabón son también muy recomendables para pieles sensibles y secas. Y por supuesto para los niños, ya que son respetuosos con el PH de la piel y favorecen la retención de agua, manteniendo la hidratación. La ducha sin jabón o con jabón para piel atópica es lo más recomendable para evitar que se reseque la piel y aparezcan los problemas.
Además, hay que aplicar después una crema para piel atópica (que son ricas en grasas) ya que ayuda a nutrir la piel en profundidad. También hay que utilizar esponjas suaves y el agua de la ducha debe estar templada, para no dañar la piel. Con un buen cuidado de base se pueden prevenir muchos brotes.
En un post anterior hablamos de los remedios para la dermatitis atópica. Además de usar los geles de ducha sin jabón para no resecar la piel y el uso de crema para piel atópica, otro de los remedios que mejor funcionan es cuidar la alimentación, tanto en niños como en adultos. Eso sí, antes de retirar ningún alimento de nuestra dieta es recomendable comprobar cuales afectan y cuales no, y consultar con el médico. Aun así, hay alimentos que pueden desencadenar un brote, como frutos secos, mariscos o fresas (porque son ricos en histamina) y también pueden ser perjudiciales los productos lácteos, huevos y el pescado.
En ese cuidado de la alimentación hay que tener en cuenta el papel que juega el agua, ya que una buena hidratación es fundamental. Además hay que aumentar el consumo de frutas y verduras (menos las ácidas) porque sus minerales, vitaminas, fibra y antioxidantes ayudan a que la piel este sana.
Y un consejo más para evitar los síntomas de la dermatitis atópica: vigila la ropa. Las personas que tienen piel atópica son más sensibles a los tejidos y toleran mejor las fibras naturales como el algodón y el lino. Por el contrario, no toleran el poliéster o las fibras sintéticas. Tanto en adultos como en niños es conveniente prestar atención al etiquetado para que no surja ningún brote.