Fitoterapia, ¿qué es?

La fitoterapia utiliza los principios activos de las plantas para tratar enfermedades.

La fitoterapia es la utilización de los productos de origen vegetal con finalidad terapéutica, para prevenir, aliviar o curar un estado patológico o mantener la salud. Su nombre proviene de dos términos griegos: phytón (planta) y therapeía (tratamiento). Parece que en todo el mundo se utilizan hasta 25.000 plantas con fines terapéuticos.

Junto con los lípidos, minerales y vitaminas que podemos obtener de las plantas, estas tienen una serie de principios activos que son los responsables de la acción farmacológica. Algunas tienen propiedades analgésicas, otras antiinflamatorias, antipiréticas, antiulcerosas, vasoconstrictoras, antidiarréicas, expectorantes, anestésicas, antitusivas, cicatrizantes… las posibilidades son muy variadas, dependiendo de la planta.

Además, uno de los beneficios de la fitoterapia es que es una terapia suave y poco agresiva, con pocos efectos secundarios. Según la Sociedad Española de Fitoterapia (SEFIT) su principal campo de acción son las afecciones leves y moderadas, así como algunas enfermedades crónicas. ¿Qué enfermedades suelen tratarse habitualmente con fitoterapia?

  • Aparato locomotor: sobre todo inflamatorias y degenerativas como artrosis, artritis o tendinitis.
  • Sistema nervioso: ansiedad, insomnio, depresión leve o moderada, transtornos cognitivos, cefaléas.
  • Sistema urinario: infecciones, prevención litiasis, hiperplasia benigna de próstata.
  • Dermatología: dermatitis, psoriasis, acné.
  • Sistema digestivo: falta de apetito, gastritis, úlceras, diarrea, estreñimiento, colon irritable, afecciones del hígado y vesícula biliar.
  • Metabolismo: sobrepeso, hipercolesterolemia, diabetes del adulto.
  • Sistema circulatorio: hipertensión leve, varices, hemorroides.
  • Sistema respiratorio: resfriados, gripe, bronquitis.

Pero hay que tener cuidado y solo recurrir a la fitoterapia en establecimientos autorizados, como tu farmacia de confianza. Y consultar con tu médico. Así te garantizas un uso correcto y seguro. Porque hay que tener en cuenta que los principios activos de las plantas son compuestos químicos. Y pueden interactuar con nuestra química o con la de medicamentos y provocar un desequilibrio en nuestro organismo.

La fitoterapia es una terapia suave y poco agresiva.

¿Cuáles son las plantas más utilizadas?

  • Ginko. Además de vasodilatador, se le atribuyen beneficios como activador de la circulación antihemorroidal, neuroprotector y protector capilar.
  • Onagra. Entre sus propiedades destacan las anticoagulantes, vasodilatadoras y dermoprotectoras. El aceite de onagra suele usarse como tratamiento del síndrome premenstrual y los sofocos de la menopausia.
  • Alcachofa. Favorece la digestión, aumenta la secreción de la bilis y mejora el tránsito intestinal.
  • Ginseng. Tonificante y revitalizante.
  • Aloe vera. Tiene propiedades dermatológicas.
  • Hinojo. Se utiliza para tratar dolencias del sistema digestivo y también tiene efectos como antimicrobiano, antiviral, antiinflamatorio, antiespasmódico, analgésico, antipirético…
  • Valeriana. Tiene efectos sedantes y ayuda a combatir los trastornos del sueño.
  • Soja. Suele utilizarse para combatir los síntomas de la menopausia, es antioxidante y moduladora del sistema inmune.
  • Melissa. Ayuda a aplacar la ansiedad
  • Romero. Tiene propiedades que mejoran la memoria y el estado de ánimo.
  • Equinacea. Equilibra el sistema inmune y sirve como preventivo de los procesos respiratorios, incluida la gripe.

Aunque pueda parecer una nueva terapia natural, lo cierto es que es tan antigua como el hombre. El uso de las propiedades medicinales de las plantas a través de tisanas, ungüentos, infusiones, lociones, píldoras… era habitual entre los antiguos egipcios, la china clásica o los sumerios.

Pero la irrupción de los medicamentos hizo que esta costumbre cayera en desuso. Y eso a pesar de que sus principios activos proceden de las plantas. Sin embargo, en la actualidad se está volviendo a la fitoterapia para el tratamiento de diferentes enfermedades, sobre todo en aquellas personas que no toleran algunos medicamentos.

Y no hay que confundir la fitoterapia con la homeopatía. Aunque ambas se basan en las plantas, la diferencia estriba en que la fitoterapia se dirige a tratar la enfermedad, mientras que la homeopatía estimula la capacidad de curarse del individuo.

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