Los desodorantes infantiles y una buena higiene diaria son fundamentales cuando los niños entran en la pubertad.
Los desodorantes infantiles tienen que estar elaborados con ingredientes naturales.
Entre los ocho y los doce años los niños entran en la pubertad. En ese momento empiezan los cambios en su organismo. Uno de los indicios de qué eso está pasando es el olor corporal. Ha llegado el momento de empezar a usar desodorantes específicos, como los desodorantes infantiles, y de cambiar los hábitos de higiene diaria.
Y es que cuando los niños entran en la pubertad comienzan a desarrollar unos olores corporales más fuertes. Esto se debe a que las glándulas sudoríparas se vuelven más activas y sus hormonas hacen que sude más, llevando el olor a la superficie. Esos olores no solo se dan en las axilas, también se producen en los pies y en los genitales.
Por ello es importante insistir en la higiene diaria. Al igual que ocurre con la higiene dental, es cuestión de ayudarles a crear el hábito y a mantenerlo. Para ello, es necesario que se acostumbren a lavarsebien todos los días con agua tibia y jabón. También tienen que usar prendas de vestir limpias cada día y de algodón o de materiales que absorban el sudor eficazmente. Además, el uso de desodorantes infantiles ayuda a minimizar las posibilidades de tener olor corporal.
¿Y cómo elegir entre los muchos desodorantes que hay en el mercado? Lo mejor es acudir al pediatra o a un farmacéutico de confianza para que te asesore en la elección de los desodorantes infantiles. Y siempre con tu hijo al lado. Al fin y al cabo, es él el que va a usarlo y tiene que elegir aquel que se adapte a sus gustos.
Eso sí, hay que tener ciertas precauciones a la hora de elegir desodorantes infantiles. No sirve cualquiera. Hay dos consideraciones básicas:
- No deben utilizar los productos destinados a adultos, ya que pueden provocar irritaciones y molestias en la piel.
- Es importante evitar los que no están hechos con ingredientes naturales. Y sobretodo, no comprar los que contengan aluminio, parabenos y glicol de propileno.
También hay que huir de los antitranspirantes. Muchas veces confundimos los conceptos y existen ciertas diferencias entre ambos productos. Los desodorantes tienen acción bactericida y neutralizadora del olor. Mientras que los antitranspirantes reducen la cantidad de sudor que producimos. Estos suelen estar compuestos con sales de aluminio que impiden la sudoración y obstruyen los poros. Esto evita que las bacterias salgan del sudor. Además pueden irritar la piel sensible. Al igual que los desodorantes infantiles que contienen alcohol. Estos también pueden irritar la piel, por lo que conviene evitarlos.
Una vez elegido uno de los desodorantes infantiles del mercado, que se ajustan a sus necesidades y que pueden ser usados con seguridad, hay que darles algunos consejos de uso:
- Usarlos solo en las axilas y no en otras partes del cuerpo.
- Poner poca cantidad. No es necesario embadurnar la axila para conseguir que se vaya el mal olor.
- Usarlo con la piel limpia y seca.
- Leer bien las instrucciones de uso. Algunos desodorantes infantiles dan mejor resultado si se utilizan de noche y otros es recomendable usarlos por la mañana.
La pubertad es una época de cambios. Y esa transformación hacia la edad adulta puede generar ansiedad. Malos olores, aparición de vello, el acné, cabello más graso… Por ello es importante insistir en que adquieran unos hábitos de higiene diaria. Y si es necesario utilizar los productos cosméticos necesarios para que esos cambios no afecten a su autoestima ni les generen problemas.